sábado, 6 de febrero de 2010

Resolución de Problemas Avanzada


La gente se agobia demasiado. Y cuando digo gente me refiero al colectivo de seres humanos. Y cuando me refiero al colectivo de seres humanos especifico en mí como ejemplo básico.

Sí, es cierto que muchas veces ocurren cosas que no resultan, para nada, placenteras. Como también lo es que, por norma general, cuesta bastante acostumbrarte a las sorpresas desagradables que te da la vida. Y entonces te pasas meses llorando, pataleando y sufriendo en silencio (en un silencio a gritos) porque te sientes tan perdido que no sabes como reconducir tu vida.
Pero todo tiene su momento y todo pasa. Poco a poco el odio, la tristeza y todos los pensamientos negativos que inundaban tu mente van desapareciendo mientras dejan paso a la más tranquila indiferencia. No puedes pretender recuperarte de un día para otro, y es cierto que suelen quedar algunos restos de esos malos sentimientos y pensamientos (los cuales buscarás una forma de purgar); pero te vas dando cuenta de que lo peor ya ha pasado y que tanto agobio y enojo, aun siendo imposibles de evitar, no han merecido la pena.

Cuando estamos tristes, enfadados o preocupados (o, Thor no lo quiera, el "pack" de los tres) nos cuesta mucho darnos cuenta de la futilidad de este tipo de situaciones. Es una reacción humana. Nos centramos tanto en nuestro problema que necesitamos que pase un tiempo para comprobar que, en efecto, el mundo sigue su curso y no hay más remedio que reincorporarnos a él.
Sin embargo hay trucos para recordarnos que nada es tan importante como para, por ejemplo, dejar de reír. El mio es una canción la cual, como dice su título, nos recuerda que siempre hay que mirar el lado luminoso de la vida:



Espero que su letra os ayude tanto como a mí.

P.D.: De propina os dejo un video del funeral de Graham Chapman, ex-Monty Python. Otro claro ejemplo de que hasta en los momentos más tristes el humor puede ser el homenaje más bonito para brindarle a un amigo.