jueves, 29 de julio de 2010

El día que Andy se hizo mayor...y yo con él.


Existe una máxima que todos los escritores conocen pero que no todos respetan: toda historia debe tener un final. Independientemente de que dicho final sea cerrado o abierto, el escritor intentará que su final esté lleno de significado, que de el carpetazo final a su historia para que años después sea capaz de mirar el conjunto y sentirse orgulloso. Conseguir algo así no sólo resulta muy difícil, sino que requiere un gran esfuerzo mental. Sin embargo, nuestros amigos de Pixar nos han demostrado una vez más que son unos maestros en la técnica.

Que no se confunda el lector al pensar que Toy Story 3 es simplemente un buen cierre para una gran trilogía. Para algunos de nosotros es mucho más que eso. Toy Story 3 es el final de una etapa que sucede con tanta suavidad y de forma tan paulatina que no nos damos cuenta hasta que la hemos pasado. Es el paso a la madurez y la llegada de las responsabilidades. Es el cambio de los gustos y las prioridades. Lo que Toy Story 3 nos muestra es la vida en sí misma.

Durante el transcurso de la película me resultaba imposible no sentirme identificado: al ver las grabaciones de un Andy niño jugando en su cuarto, me veía a mi mismo con mis cubos llenos de muñecos y rememoraba como los volcaba sobre el suelo de mi cuarto y buscaba mis favoritos para enfrentarlos los unos a los otros, inventándome historias arquetípicas.
Al ver a un Andy cerca de la edad adulta hablando y discutiendo con su hermana pequeña, nos veo a mi hermana y a mí diariamente y me doy cuenta de cómo ha crecido ella y, lo que da aún más miedo, cómo he crecido yo.

Por todo esto, Toy Story 3 no sólo es el broche perfecto que cierra una trilogía. Es el broche que cierra mi infancia. Es la despedida definitiva de unos personajes que han crecido y evolucionado conmigo y que, sin ser reales, tienen más personalidad y fondo que muchos seres de carne y hueso.
No se vosotros, pero tras ver la película me he dado cuenta de que voy a echar mucho de menos a Woody, Buzz y el resto de la tropa. Al fin y al cabo, somos amigos desde pequeños.


lunes, 19 de julio de 2010

"Sherlock" en BBC One

"Seguro que alguien acaba trasladando la historia de Sherlock Holmes a la época actual...¿Por qué no lo hacemos nosotros?" A esta conclusión llegaron Mark Gatiss y Steven Moffat en uno de sus múltiples viajes en tren de Londres a Cardiff durante el rodaje de Doctor Who. Moffat y Gatiss, grandes seguidores de las novelas de Conan Doyle, decidieron en ese momento aportar su granito de arena a la extensa historia televisiva del famoso detective victoriano de Baker Street mediante una actualización de los personajes de Holmes y Whatson en la que el espíritu de los mismos quedase intacto. Así, abandonaremos la imagen del Sherlock fumador de pipa y la sustituiremos por un nuevo detective que lleva parches de nicotina y utiliza los sms para comunicarse.

Es posible que esta actualización del personaje siembre la desconfianza en la mente de más de un fan devoto de la obra de Doyle. Sin embargo, cualquier seguidor de la trayectoria televisiva de Moffat (y quizás, en menor medida, de Gatiss) esperará una obra de calidad que satisfaga tanto a los fans del personaje como a los que sólo buscan una historia de aventuras bien contada.

El primer de los tres capítulos de 90 minutos que forman la miniserie de Sherlock está programado para el próximo sábado 25 de Julio en la cadena BBC One. Aquí os dejo el trailer:




Y en próximas entradas iré soltando alguna cosilla sobre mi muy esperado proyecto veraniego...
¡Nos vemos!

sábado, 10 de julio de 2010

Smith y la Season Finale de Doctor Who


En el panorama actual televisivo (mayormente en el extranjero) la calidad de las series de televisión ha dado un gran salto hacia delante. Las series de principios de los noventa que buscaban la risa fácil por medio de la repetición hasta la saciedad o el aburrimiento (como Cosas de Casa, por nombrar un ejemplo obvio) han desaparecido para dejar paso a una extensa gama de series de altísima calidad. Series como Dexter, Lost o Battlestar Galactica (por citar algunos ejemplos) han puesto la ficción televisiva al nivel de una buena producción cinematográfica. Sin embargo, aún cuando sigo muchas series de televisión de muchos géneros diferentes, ninguna me hace disfrutar tanto como Doctor Who.

La serie del alienígena imperecedero que viaja a través del tiempo y del espacio tiene algo especial que no sólo mantiene la atención del espectador semana tras semana, sino que además la ha mantenido en antena, de manera intermitente, desde 1963. A lo largo de los años, once actores se han puesto en la piel del Timelord de Gallifrey, cada cual con su personalidad y excentricidades varias. Sin embargo, es el onceavo y último de ellos, Matt Smith, quien protagoniza la entrada de hoy.

Al inicio de esta última temporada (la número 31 contando desde 1963 o la 5ª desde que se retomó en 2005) tenía mis reservas con Smith. No sólo porque parecía demasiado joven (y emo) para el papel en las fotos promocionales, sino también porque se encargaba de suceder al que hasta entonces había sido un gran Doctor, David Tennant. Sin embargo, semana tras semana, Smith fue demostrando que no sólo es digno de afrontar un papel tan importante y con tanta importancia mediática en la televisión británica, sino que además era capaz de hacerlo suyo llenándolo de matices totalmente nuevos e hilarantes.
Los capítulos 5x12 y 5x13, los cuales concentran el arco argumental que cierra la temporada, no han hecho más que reafirmar este hecho. Quizás sea por la mezcla perfecta entre los guiones de Steven Moffat y las actuaciones tanto del Doctor como de sus acompañantes (en plural, ya que Rory no debe dejarse fuera), pero en estos dos últimos capítulos el Doctor es más Doctor que nunca. Los viajes temporales desordenados que finalmente cobran sentido, las excentricidades absurdas (referencia especial al gag del Fez, que seguro aparecerá en la temporada siguiente) y esa habilidad mejorada de sus predecesores para parecer joven y terriblemente viejo al mismo tiempo han conseguido llevar a Matt Smith al segundo puesto de mi lista de Doctores favoritos, con riesgo de que, si sigue mejorando, le quite el primer puesto a Tennant.
Por eso recomiendo a todo el que desconozca esta serie o que, al menos, no haya seguido esta última temporada por miedo al cambio de actor principal, le den una oportunidad a este anciano de 26 años con chaqueta de tweed y pajarita. Os aseguro que no os decepcionará.

P.D.: Sé que no he hablado de la temporada en su conjunto, así que os dejo una entrada muy buena del blog Ninja Zombies from Outer Space, de mi amiga Kry, en la que hace su propia review. Espero que la disfrutéis.