Son muchos y muy diversos los recuerdos y las vivencias que he tenido durante los últimos seis años de mi vida. Sin embargo, una etapa de tantos cambios puede llegar a asustar a cualquiera. Por eso mismo da gusto comprobar como, por mucho que pasen los años, hay cosas que nunca cambian.
Ese es el caso de dos personas muy cercanas a mi que hoy cumplen seis años como pareja. Y que continúen juntos después de su buena media docena de años no significa que hasta ahora todo haya sido de color de rosa. Estoy convencido de que han tenido sus problemas y sus diferencias, como todas las relaciones sentimentales. Se que han pasado momentos muy, muy duros y que, trabajando juntos, los han superado.
Por eso quería, sin entrar demasiado en sentimentalismos, usar la entrada de hoy para felicitar a Juanma y a Paula por ser capaces de seguir mirándose y sonriéndose mutuamente como estúpidos con el mismo cariño con el que lo hacían el primer día. Y también para agradecerles que, cuando casi me convenzo de que no existe el amor eterno y verdadero, estén ahí para demostrar que me equivoco.
Desde luego, si algo sale mal, vosotros sois mi constante.